Imagen del hotel Regis, en una de las gráficas incluidas en el libro. En el ángulo superior derecho, Jesús Villaseca
Por Jorge Caballero
El 19 de septiembre de 1985, el joven fotógrafo de sociales Jesús Villaseca salía de su domicilio en la delegación Iztapalapa rumbo a la Torre de Pemex en la calle de Marina Nacional. El reloj marcaba las 6 horas. Villaseca conducía un Volkswagen sedán. Después de 50 minutos de recorrido, dejó a su esposa, Luz, en su trabajo y se enfiló hacia el diario Novedades,donde laboraba, ubicado en la calle de Balderas, en el Centro Histórico, tenía que entregar las fotografías del acto al que había asistido la noche anterior.
A unas calles de llegar a su destino, cuando el reloj marcaba las 7:19 horas, Villaseca se dio cuenta del agitado movimiento del semáforo que había frenado su curso. Posteriormente, sintió que su automóvil comenzó a moverse como lancha en altamar
. En busca de una explicación echó un vistazo a su alrededor y vio que el hotel Regis se desmoronaba.
Cuando se dio cuenta de lo evidente sacó su cámara fotográfica. Hizo 10 disparos del rollo de película que le sobraban de su orden de trabajo. Durante el tiempo restante de los dos minutos que duró el movimiento telúrico tiró dos rollos más. El resto de ese jueves y días después de la tragedia, Villaseca reunió 3 mil imágenes de la devastación que sufrió la ciudad de México a causa del terremoto.
El libro Memoria viva. A 30 años del terremoto de 1985 se presentará este lunes 14 a las 12 horas, en el Salón Francisco Zarco del Club de Periodistas, localizado en Filomeno Mata 8, Centro Histórico, con la participación de Luis Hernández Navarro, John Mraz y el autor.
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