Por Sonia Ávila
De sus tratamientos médicos, de sus viajes con Diego Rivera por Estados Unidos y Europa, de su relación amorosa con el fotógrafo Nickolas Muray y de su lazos familiares, Frida Kahlo escribió con tal frecuencia en cartas para amigos y familiares que, a la distancia temporal, pareciera que pretendía dejar un testimonio de su propia vida.
Son misivas que refieren a una pintora ajena a la fama que hoy la envuelve; más humana, más festiva con su vida, y con fallas como cualquier otra persona, refiere Cristina Kahlo, quien reunió algunas de estas cartas para tejer un relato íntimo de la artista, su tía-abuela.
Es un relato escrito con puño y letra de Frida Kahlo entre 1930 y 1950 en el que cuenta de sus padecimientos, de su amistad con Juan O’Gorman, de su relación con León Trotsky y luego con Nickolas Muray, de su amor incondicional por Diego RIvera, de sus tres únicas exposiciones en vida y de sus preocupaciones por su obra.
Se trata de la exposición Ecos de tinta y papel. De la intimidad de Frida Kahlo en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo con 20 cartas originales, diez facsimilares y 40 fotografías con las cuales se traza un trayecto por la vida de una de las artistas mexicanas mejor cotizada en el extranjero actualmente.
Leer nota completa en Excélsior