Por Manuel Zavala
«Develar y detonar, fotografía en México, ca. 2015», parteaguas generacional
Escribir sobre la exposición “Develar y detonar” es una buena oportunidad para darle un vistazo a la iniciativa fotográfica Hydra, creada e impulsada por Ana Casas Broda, Gabriela González Reyes y Gerardo Montiel Klint.
Ellos mismos definen su proyecto de la siguiente manera: “Plataforma para generar proyectos relacionados con el medio de la fotografía, basada en la reflexión, diálogo y colaboración entre personas, asociaciones, instituciones y editoriales. Un espacio incluyente, flexible y abierto para abrir canales en la comunidad fotográfica”.
Y la definición que hacen del origen del nombre de su proyecto se deriva de la mitología:
Hydra, despiadado monstruo acuático policéfalo y de aliento venenoso. Poseía tantas cabezas en constante movimiento, que era imposible retratarla. Temido guardián de la entrada al Inframundo. Al cercenar una de sus cabezas, le crecen dos nuevas. La Hydra representa el «caos» de la naturaleza en estado virgen, la realidad que aún no ha sido modificada por el hombre. (http://www.lahydra.com/)
Estas referencias a los significados de Hydra dan sentido a las actividades de quienes han asumido ese nombre para su proyecto fotográfico, ya que lo que Casas Broda, González y Montiel Klint están haciendo es un parteaguas generacional en cuanto a la visión, actividades y alcance de un grupo de personas dedicadas a la fotografía en México.
Desde el punto de vista de colectivo, dan la pauta de que, en caso de que alguno de sus tres miembros fundadores se retirara por cualquier motivo o razón, sería sustituido por una nueva cabeza. O acaso también implica que sus proyectos son cabezas, y que en caso de desaparecer alguno, otros florecerán. En el nombre de su plataforma llevan la firma de la casa: voluntad, independencia y guardianes de lo otro (inframundo/caos), lo que está al margen de lo oficial.
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