Desde niño, Alex Dorfsman (Ciudad de México, 1977) ha estado estado muy cerca de la pintura, por lo cual a los 18 años comenzó a estudiar en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, buscando convertirse en pintor. Sin embargo, el contacto de maestros como Sarah Minter y Mónica Castillo lo hizo encontrarse con ideas como la instalación y video arte, esta última disciplina que desarrollaría con algunos trabajos y que más adelante lo acercaría a la fotografía, en la cual se desarrolla más actualmente.
Obra.
“Casi toda la carrera estuve metido en un laboratorio de edición con una línea de tiempo en la que vas cortando, pegando y haciendo disolvencias; en tu mente se empieza a formar una foto. Muchos empiezan de la fotografía y luego pasan al video, yo fui del video a la foto”, señala Dorfsman, quien estrena la exposición Confluencia Topográfica en el nivel 5 del Museo de Arte de Sinaloa (Masin).
Este interés y conocimiento de otras disciplinas como el dibujo, la pintura y el video, ha hecho que el artista de algún modo los introduzca en su obra fotográfica, logrando que sus piezas parezcan cuadros o que fueron hechas a partir de brochazos de pintura, lo cual se debe a su interés por “encontrar esa cosa pictórica en lo real”.
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