«Quizás la fotografía está muriendo por exceso de éxito». Habla el fotógrafo Ferdinando Scianna, quien presenta en México una selección de su trabajo relacionado con las fiestas religiosas en su natal Sicilia, en un diálogo con el acervo del Museo Nacional de San Carlos.
Scianna (Bagheria, 1943) vino a México a presentar la muestra en la cual también se encuentran algunos de los libros que le regaló al escritor Federico Campbell, fallecido en 2014, uno de sus grandes amigos junto con Leonardo Sciascia. Campbell, a su vez, escribió varios artículos sobre el trabajo de Scianna.
Los fotógrafos parecen no saber cuál es su papel en este momento dominado por la imagen, afirma el también teórico en charla con La Jornada.
“Mi idea es que la fotografía puede haber acabado su trayecto. Puede ser que está muriendo por exceso de éxito.
Cuando nació, la fotografía era una necesidad histórica porque se necesitaba un puente entre nosotros, la cultura y la realidad; teníamos que poder averiguar esta realidad, mesurarla.
Por ejemplo, a mediados del siglo XIX había muchos libros sobre hierbas y flores, pero eran dibujos. Cuando llegó la fotografía se comenzaron a hacer otra vez, porque se tenía la necesidad de saber que la fotografía de esa hierba tenía una relación verdadera con la del libro. La diferencia entre la fotografía y la pintura es que Cézanne podía pintar sus manzanas de memoria, el fotógrafo no; si no hay manzana no hay foto
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