Por Sandra Sánchez
¿Cuál es la relevancia de una exposición de fotografía en la actualidad? “Hoy todo el mundo es un fotógrafo, muchas personas tienen Instagram, se envían probablemente un billón de fotografías diarias. Estamos sobrecargados de imágenes. Pero hay diferencias entre la fotografía y simplemente tomar imágenes y distribuirlas por redes sociales”, opina Jens Hoffmann (San José, 1974), curador de la exposición Cámara de Maravillas, que marca la reapertura del Centro de la Imagen tras tres años de estar en remodelación.
Lo que hace a una fotografía tener un valor estético no es el nombre del artista, señala Hoffmann, ya que es el curador o el museo quienes pueden “seleccionar lo que incluye, con base en la premisa que ha desarrollado”.
Para esta exposición las fotografías no están montadas en un gran cuarto con muros blancos, el referente es “la cámara de curiosidades, la acumulación humana que se exhibía en el siglo XVI, donde había cuartos con arte al lado de caparazones de tortugas, cocodrilos disecados, conchas, muchos tipos de cosas que se juntaban porque los dueños viajaban y condensaban el mundo en un solo espacio”, explica el curador.
A partir de la cámara de maravillas, también conocida como gabinete de curiosidades, Hoffmann propone una exposición de 116 fotografías que forman parte de la historia del arte del siglo XX, las cuales eluden un orden cronológico o un recorrido lineal.
La museografía de Hoffmann consiste en un pasillo desde el cual se accede a distintos cuartos donde hay módulos, muros que dividen el espacio como si se estuviera en un departamento donde se transita de un cuarto a otro. La iluminación es cálida e incidental, generando una atmósfera de intimidad. En los páneles negros, que integran cada módulo, las fotografías no están ordenadas por un tema.
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