Por primera vez desde su inicio, la Bienal de Fotografía, el evento más representativo de este medio en México –o al menos el garante de su personalidad reciente- estará expuesto solo en lugares diferentes al DF.
Itala Schmelz, directora actual del Centro de la Imagen, espacio que alberga a la Bienal desde el momento de su fundación en 1994, comenta:
“(…) es urgente entender los hechos fotográficos más recientes, con el fin de revisar, sintetizar, elegir, editar e incluso canalizar las obras recibidas. Asimismo, se habla de que hoy en día hay un exceso de bienales y que este tipo de programas han minado, por así decirlo, el campo del arte. No está de más, por tanto, revisar las bases y los procedimientos de esta Bienal para ratificar su pertinencia.”
La presente edición de la Bienal de Fotografía responde invitando a dos de sus cinco jurados, Magnolia de la Garza y Mauricio Alejo, para que curen sendas exposiciones a partir de un criterio personal, con el único condicionante de incluir en su propuesta a las piezas ganadoras de los dos premios de adquisición (María María Acha-Kutscher y Fabiola Menchelli) y a las tres menciones otorgadas (Ramiro Chaves, Alejandro Almanza y Fernando Montiel Klint). Además de esto, los curadores tuvieron la licencia de completar su discurso con autores que no quedaron en la selección, con piezas diferentes a las presentadas a la convocatoria e incluso con autores invitados: todo un “atentado” contra el canon regente en México que marcha con la inercia de la convocatoria, la decisión del jurado, la exhibición de obras seleccionadas y el catálogo.
Leer nota completa