Fotografías de militares, niños, adultos mayores, mestizos, rancheros, hacendados o personajes de principio del siglo XX, comparten un elemento común, la muerte, como parte de la muestra denominada Que muero porque no muero.
Un total de 42 fotografías componen esta exposición en la que el tema principal es la fotografía mortuoria, práctica de 1915 hasta cerca de los años cincuenta del siglo pasado, cuyo objetivo central era tener una imagen “de cuerpo” del ser amado.
El coordinador de la Fototeca Guerra de la Universidad Autónoma de Yucatán, Jimmy Montañez López, añadió que esta muestra permite rememorar una práctica generalizada de tomar fotografías a la persona fallecida, pero también cómo eran los velatorios, los cortejos de gente destacada, los mausoleos de la época, entre otros datos.
La muestra que se exhibe en el Centro Cultural Café Amaro corresponde a fotografías tomadas de las piezas originales, es decir, fueron impresas bajo la técnica artesanal, lo que favorece la presencia del blanco y negro, pasando por diversos variantes del gris.
La exhibición ofrece fotografías de niños muertos y colocados de manera que parece que están durmiendo o en el regazo de sus madres, también se puede mirar a una mujer anciana aparentemente con su esposo, un militar, un personaje que pudiera ser un hacendado y político.
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