Esta es una labor de reconstrucción de un hecho muy preciso: la exposición-síntesis del trabajo mexicano de Tina Modotti que se llegó a celebrar del 3 al 14 de diciembre de 1929 en el vestíbulo de la Biblioteca Nacional, a escasas semanas de que la fotógrafa saliera deportada de México. Un suceso clave en la trayectoria de Modotti pero notable por haberse pasado por alto, en sus dimensiones artísticas, en la mayoría de los cerca de 20 libros publicados hasta hoy [año 2000] de la mítica fotógrafa activista.
A Modotti hay que ubicarla como el puente que se establece entre las innovaciones de un Edward Weston en México y la generación vanguardista gestada a finales de los veinte (Manuel Álvarez Bravo, Agustín Jiménez y José Torres Palomar, entre otros), que se opuso a la vieja tradición pictorialista; aquella de los «efectos artísticos» a los que se refería Tina.
En esta que fue su única exposición individual en vida, la fotógrafa reúne la esencia de su trabajo: resoluciones formales de puestas en escena y experimental y su visión social humanista. Es, entonces, la esencia de Modotti, la columna vertebral de su presencia como artista de su tiempo; eje en donde deberían girar las aproximaciones de su vida. | José Antonio Rodríguez
Ver en línea:
– Tina Modotti: una nueva mirada, 1929 (Conaculta, Centro de la Imagen, 2000, bilingüe). Agotado.