Las imágenes realizadas por Marco Antonio Cruz a lo largo de dieciséis años que presenta este libro son un testimonio de dos mundos que se encuentran. El primero es el mundo de los ciegos, invidentes o débiles visuales –es decir: esa vasta colectividad de quienes no se pueden guiar por sus ojos para sobrevivir– y el segundo es el orden de la mirada del fotógrafo que busca, visita y recorre las existencias cotidianas de esas personas en particular así como los sitios donde llevan a cabo sus vidas.
Revelan estas imágenes, por tanto, dos dimensiones también. Por un lado la múltiple, a veces dramática y casi desconocida dimensión en la que transcurre la vida de los invidentes en México, en la cual es posible encontrar toda la complejidad y las contradicciones inherentes a dicha sociedad pero adaptadas a la oscuridad o, mejor dicho, a impredecibles y no siempre atendidas dificultades. Por otro lado, a través de estas 112 imágenes se hace expresa la dimensión de un refinado quehacer fotográfico.
Es justo señalar que la fuerza de no pocas de estas imágenes radica ante todo en su potencial expresivo y su calidad plástica. Si bien es cierto que la documentalidad, esto es, el deseo de hacer evidente una realidad social no menos patética que ejemplar es un elemento muy presente aquí, es asimismo cierto que muchas de estas imágenes captadas por Marco Antonio Cruz son, ante todo, magníficos retratos realizados por el ojo y el oficio de un artista. |Jorge Fernández Granados
Ver en línea:
– Habitar la oscuridad, de Marco Antonio Cruz (Editado por Conaculta, Centro de la Imagen, Cenart, y Marco Antonio Cruz, 2011). De venta en librerías Educal