En el 2003, Héctor García Cobo cumple 80 años de edad y 60 como fotógrafo. Su trabajo ha sido reconocido con múltiples premios, se ha publicado y republicado en incontables periódicos, revistas y libros, y se ha mostrado en decenas de galerías mexicanas e internacionales. “El fotoperiodista a la altura del arte”, “el fotógrafo de la esencia nacional” y “el fotógrafo que prácticamente lo ha retratado todo” son algunos de los justos y desmedidos epítetos que ha merecido el autor que, por su condición de ubicuo informante, fue ascendido a la condición de país por el escritor Carlos Monsiváis.
Si no república confederada, Héctor García es el nombre de varias, contradictorias y complementarias entidades: el fotoperiodista que transitó de la calle al palacio y de la farándula a la política; el reportero gráfico que llevó imágenes de los diarios vespertinos a los muros de la galería; el amigo de bailarinas exóticas, artistas de renombre e intelectuales de izquierda; el cronista de la “semana ardiente” de 1958, del verano rebelde de 1968 y de la campaña electoral de Luis Echeverría; el fotógrafo trotacalles y trotamundos; el conversador colmado de anécdotas y constructor de su propia leyenda; el iconógrafo de un reiterado conjunto de imágenes y el dueño de un archivo todavía por explorar.
– Luna Córnea 26. Héctor García y su tiempo (Conaculta, Centro de la Imagen, Cenart, 2003).
Descargar la versión en PDF: