Primero dispara

Yo, como Pancho Villa, primero dispara, después virigua’, decía Héctor García

Héctor García Sánchez

Ciudad de México  (10 junio 2012).-   Hablar de mi padre cuando ya no lo tengo me es muy difícil, sobre todo cuando en mi memoria aparece ese hombre sonriente, vital, curioso, enamorado de la vida y de sus placeres, buscando siempre la manera de convertir los actos cotidianos en circunstancias extraordinarias.

Mi infancia está lejos y, sin embargo, desde entonces la imagen que tengo de él es casi la misma: Grandote, lector voraz, con una memoria envidiable, entusiasta del arte en todas sus manifestaciones, apasionado por la buena comida y el vino, las fiestas y sus andanzas… Sobre todo esto último: No en vano se decía «un pata de perro».

http://www.reforma.com/cultura/articulo/660/1319783/

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