El famoso director de París Texas, el alemán Wim Wenders, en sus ratos libres, o viajes en los que se prepara para un rodaje, le fascina tomar fotografías, pero de una forma muy peculiar: en solitario. Quizá esta manera no es de extrañarse, pues cuando el sujeto está detrás de una cámara, en ese preciso momento, sólo existe él y lo que eligió ver de la realidad.
«Como fotógrafo, por ejemplo, soy un completo solitario. Hago todo por mi cuenta, sin un ayudante. De hecho, no creo que pudiera hacer el tipo de fotos que hago si hubiera alguien a mí alrededor. Así que yo me encargo de cargar con el equipo. Lo único que necesito son mis cámaras y mi fotómetro. Ni siquiera uso trípode. Y por lo que respecta al tipo de fotos que hago, utilizo película», dijo Wenders en entrevista para ABC.
El cineasta y fotógrafo, inició en la fotografía al ver a su padre disfrutar de retratar con su Leica. Y fue él quien le enseñó al joven Wenders a revelar y copiar las fotografías dentro de un laboratorio. Tras su graduación, su padre le heredó la que sería su segunda cámara. La primera que tuvo fue una de plástico a los seis años, con la cual hizo tomas de 6×6.
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